Tumor de hipofisis o adenomas

La hipófisis es una glándula pequeña del tamaño de una habichuela que se encuentra ubicada en la base del cerebro. Actúa como el “centro de mando” del organismo, de modo que produce hormonas que regulan el crecimiento y el metabolismo, así como las acciones de otras glándulas, entre ellas, tiroides, suprarrenales y gónadas (ovarios en las mujeres y testículos en los varones).

Los tumores que se originan en las células de la hipófisis también se denominan adenomas hipofisarios. Casi siempre son benignos, pero pueden tener efectos secundarios importantes cuando producen cantidades excesivas de hormonas o crecen lo bastante como para afectar a la función hipofisaria normal o interferir en las estructuras circundantes, sobre todo los nervios ópticos, que son responsables de la visión.

 

A cuantas personas afectan los adenomas de hipófisis?

Los adenomas hipofisarios son el tumor cerebral más frecuente (supone el 10% de los tumores del sistema nervioso central). A menudo pasan clínicamente desapercibidos y se detectan al realizar una prueba de imagen por otro motivo

Causas

El 95% de los casos son esporádicos y la causa se desconoce. El 5% restante tiene una causa genética y están producidos por síndromes familiares.

Tipos de tumores hipofisarios
Los tumores hipofisarios pueden dividirse en dos categorías generales:

Tumores no funcionales

Los tumores no funcionales no producen hormonas. En general, los síntomas tienen que ver con el crecimiento del tumor y sus efectos sobre las estructuras adyacentes, como el nervio óptico y otros pares craneales. Los tumores no funcionales también pueden interferir en la producción normal de hormonas de la hipófisis.

Tumores funcionales
Los tumores funcionales son los que producen cantidades excesivas de hormonas específicas, cada uno de ellos con su propio conjunto de síntomas.

Tipos de tumores funcionales
Tirotropina (TSH): los tumores que producen una cantidad excesiva de esta hormona hacen que el tiroides libere cantidades excesivas de tiroxina, lo que puede provocar hipertiroidismo (tiroides hiperactivo), aunque los tumores hipofisarios son una causa rara de esta enfermedad.

Prolactina: la prolactina estimula el crecimiento de las mamas y la producción de leche en las mujeres. Un tumor hipofisario que produce cantidades excesivas de esta hormona se denomina prolactinoma. Los síntomas en las mujeres consisten en secreción lechosa por los pezones, menstruaciones irregulares o ausencia de menstruación.

Hormona de crecimiento (GH): la GH regula el crecimiento lineal de los niños y ejerce diversos efectos sobre el metabolismo del organismo. Los tumores que producen cantidades excesivas de GH ocasionan acromegalia en los adultos y gigantismo en los niños.

Corticotropina (ACTH): esta hormona estimula las glándulas suprarrenales para producir cortisol, que interviene en la respuesta del organismo al estrés y ayuda a regular la presión arterial y la función del corazón, entre otras responsabilidades. Una producción excesiva de ACTH da lugar a la enfermedad de Cushing.

Carcinoma hipofisario: en casos excepcionales, un tumor hipofisario se torna maligno y metastatiza (se disemina) a otras partes del cuerpo. En la mayoría de los casos, los carcinomas hipofisarios producen hormonas, sobre todo prolactina y ACTH. Los síntomas serían parecidos a los debidos a tumores productores de estas hormonas, pero también podrían incluir síntomas secundarios al crecimiento del tumor que afecta a zonas adyacentes, como el nervio óptico.

 

Síntomas de los adenomas de hipófisis

Los síntomas específicos dependen del tipo de hormona secretada por el tumor hipofisario. Los síntomas derivados del tamaño del tumor pueden consistir en dolor de cabeza, visión doble y pérdida de visión por atrapamiento de los nervios ópticos.

Entre los síntomas de tumores hipofisarios figuran:

  • Pérdida de peso
  • Nerviosismo
  • Latido cardíaco rápido o irregular

Los síntomas en los varones incluyen:

  • Disfunción eréctil o impotencia
  • Infertilidad
  • Caída del vello corporal
  • Reducción del apetito sexual
  • Rara vez, mayor crecimiento de las mamas (ginecomastia)

Los síntomas de la acromegalia comprenden:

  • Aumento de tamaño gradual de las manos, los pies, la mandíbula o la frente
  • Rasgos faciales toscos, como piel engrosada y crecimiento de nariz o labios
  • Problemas cardíacos
  • Hipertensión arterial
  • Transpiración excesiva

Los síntomas de la enfermedad de Cushing comprenden:

  • Cara de “luna llena” redondeada
  • Aumento de peso, sobre todo en el tronco y el abdomen
  • Adelgazamiento de la piel
  • Marcas de estiramiento de color rojo o púrpura
  • Diabetes
  • Hipertensión arterial

Diagnostico

Los tumores hipofisarios pueden ser difíciles de diagnosticar, especialmente en sus fases iniciales. Es posible que los tumores no funcionales no causen síntomas hasta que crezcan más, mientras que los síntomas de los tumores funcionales son similares a los observados en muchas otras enfermedades. De hecho, numerosos tumores hipofisarios no se diagnostican durante muchos años.

Hay varios tipos de pruebas que se utilizan para diagnosticar tumores hipofisarios, entre ellos:

Análisis de sangre y orina y evaluación especializada por el endocrinólogo

Hay análisis de sangre y orina específicos para cada tipo de tumor hipofisario productor de hormonas. Algunos de ellos, denominados pruebas de estimulación, conllevan la infusión de una pequeña cantidad de la hormona sospechada en la sangre y la medición posterior de la concentración de la hormona para determinar si la hipófisis funciona correctamente. Otras pruebas suponen la infusión de un fármaco que pretende suprimir la producción de la hormona.

Pruebas de imagen

La resonancia magnética (RM) es muy eficaz para detectar tumores hipofisarios secretores de todos los tamaños. Pueden ser Microadenomas o tumores menores de 1 cm, Macroadenomas o adenomas mayores de 2 cm pero menores de 4 cm y adenomas gigantes o mayores de 4 cm.

Tomografia de Nariz y Senos paranasales: indicada en casos donde se considera la cirugía como parte del tratamiento del paciente.

Endoscopia Nasal diagnostica: indicada en casos donde se considera la cirugía como parte del tratamiento del paciente.

Examen Visual o campimetría: muchos de los casos producen alteración en la visión del paciente a veces sutil clínicamente y desapercibida por el paciente.

 

Tratamiento
El tratamiento de los tumores hipofisarios puede consistir en cirugía para extirpar el tumor, fármacos para disminuir las cantidades excesivas de hormonas producidas por los tumores, radioterapia para reducir el tamaño de los tumores o una combinación de estos tratamientos. El tratamiento de cada paciente se determina en función de la localización del tumor, el tamaño y las hormonas concretas que se producen en exceso.

Cuales médicos  tratan los tumores de Hipófisis y cuál es el papel de cada uno?

Muchos especialistas participan en el manejo de estos casos, los más esenciales son:

Endocrinólogos: controlan la respuesta hormonal con medicamentos acorde al caso.

Neurocirujanos: son los cirujanos  cerebrales, estos  son los encargados de extirpar mediante cirugías estos tumores.

Otorrinolaringolos: son cirujanos encargados junto al neurocirujano de operar estos tumores. Su papel es crear un camino a través de la nariz para poder operar estos tumores sin dañar el cerebro.

Neurólogos: suelen identificar muchos casos que acuden por dolor de cabeza y derivar a otros colegas.

Oftalmólogos: debido a la alteración visual que producen estos tumores los oftalmólogos suelen realizar estudios que facilitan el diagnóstico y tratamiento.

La cirugía recomendada para estos tumores se realiza mayormente a través de las fosas nasales y se llama Cirugía Endoscópica Transesfenoidal Expandida (para más información ver servicios)